viernes, 29 de diciembre de 2017

Mujer me frota su vagina



Salí de mi casa al medio día ya que me dirigía a una estación de policía con el fin de presentar una prueba psicológica para entrar a prestar servicio como auxiliar bachiller, llegue a la carretera, cogí un bus que se llamaba verde bretaña, me subí en la ruta seis, el viaje era muy ameno, me demore veinte minutos en llegar a la estación de policía, ingresamos todos los aspirantes a auxiliar de policía a un salón, nos pasaron unas hojas, nos explicaron en qué consistía el examen y cada uno empezó a realizar su examen con total concentración, me demore media hora realizando dicho examen, nos dijeron que el que terminaba podía irse, como yo termine, salí del salón, camine para afuera de la estación de policía y me ubique al frente a esperar el bus, nuevamente esperaba el mismo verde bretaña ruta seis, veo que viene el bus, le hago la parada, me subo y veo que venían algunas sillas vacías, me acomodo dos asientos antes del último puesto, en el camino el bus se empieza a llenar, ya estando lleno a mi lado se para una chica de unos veinticinco años, delgada, cabello largo, ojos cafés, por cierto muy linda, se me empieza a acercar y se acercó tanto que su vagina quedaba contra mi hombro, ella estaba tan cerca de mí que podía sentir toda su raja sobándose en mi hombro, en ese mismo instante se me subió la excitación a mil, lo mejor de todo era que ella se sobaba duro y yo podía sentir toda su vagina muy caliente, ese acto tan excitante duro como veinte minutos hasta que ella se bajó y se acabó todo, fue una situación muy estimulante para mí ya que era la primera vez que una chica me hacia ese tipo de cosas, aun todavía recuerdo ese día como uno de los más épicos de mi vida.


Pasaron unos ocho días y me tocaba nuevamente volver a la misma estación de policía solo que esta vez era en las horas de la mañana, volví a hacer el mismo proceso, salí a la carretera, espere el mismo bus, el verde bretaña seis, como era hora pico, digamos las seis y treinta de la mañana, el bus venia un poco lleno, tanto así que me toco hacerme un poquito cerca de la puerta, avance otro poquito y quede detrás de una señora, mi pene se puso erecto, la señora me miro y sonrió, cuando miro su cara resulta ser que era una vecina del barrio, el bus se fue quedando vacío y ella se quitó, así culmino mi viaje y no pasó nada más, el recuerdo que me quedo, es que varias veces he visto a la vecina en la calle y me mira a la cara, se acuerda de lo que paso ese día y se ríe, ya pasaron varios años desde que ocurrió esta situación y pareciera que a ella le gustó tanto que hasta el día de hoy no lo olvida.

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